13/2/14

¿Quieres una "Primavera Venezolana"?

Egipto. Túnez. Yemen. Ahí sí que hubo una primavera social y política. Ahí si que hubo una masa crítica de gente que no se detuvo hasta que el eco de su demanda llegó a ser tan alto como para sacudir al gobierno.

Hablan muchos de "primavera Venezolana". Antes de querer ser como los demás (tendencia nefasta que siempre hemos tenido) hay que recordar que nuestra sociedad no es cómo las árabes ni la lucha es por las mismas razones. No porque los gobiernos, sociedades y coyunturas se parezcan en la forma significa que sean iguales en el fondo.

Habiendo dicho esto, la protesta debe tener estrategia y contenido para poder ser efectiva. Salir por salir es salir a perder el tiempo o, cómo ya lo hemos visto, perder la vida. Hay que recordar que el gobierno y sus aliados más radicales no tienen ni una onza de escrúpulos en lo que concierne a asesinar a la gente.

Para que la protesta llegue a lo que podemos llamar "masa crítica", hay que empezar por dejar varias cosas atrás:
1) Deje de tuitear y salga a la calle. Si quiere que las cosas cambien, empiece por usted mismo; deje la comodidad de esperar que los estudiantes se maten en las calles por usted. Como siempre he dicho: si quieres que la gente salga a poner en riesgo su vida, se tú el primero dispuesto a arriesgar la tuya. 
2) Deje de pensar que con 2 horas de quemar caucho y trancar una calle basta. Hasta que no sientas que dormir es una falta de respeto, esto no va a cambiar. Hasta que no entiendas que las protestas y los espacios que con ellas se ganan deben conservarse y mantenerse, eventualmente la euforia se va a disipar.
3) Deje de pensar que todo el país es blanco y negro. La gente que apoya al 100% su protesta es una minoría. Su trabajo es ser tan contundente con el mensaje de la protesta que le haga entender a ese resto de la población por qué protestas, por qué quieres cambiar y, más importante que todo, COMO vas a cambiar. Ármate una propuesta, una hoja de ruta, porque eso toma mucho tiempo: comienza YA.
4) Deje de pensar que Caracas, Maracaibo y San Cristóbal bastan. Nunca más que ahora ha importado la lucha y la necesidad de los estados que siempre ignoran. Cuando logres que la gente de Acarigua, Tinaquillo, Calabozo y San Fernando se plegue, comulgue y apoye tu causa, sabrás que no hay vuelta atrás y estás en camino a arrinconar al gobierno. Y este mismo argumento vale para la misma Caracas: no es al que vive en el Cafetal al que tienes que convencer, es al que vive en Catia o El Valle. 
5) Sacrificio. Ese es el común denominador de cada paso que des en tu protesta. Eso es lo que nos hace diferentes a Ucrania, a Egipto, a Siria...la voluntad del sacrificio. Desarróllala y la gente se unirá tras de ti. Foméntala y tu gente cerrará filas para cuidarse entre sí. La voluntad del sacrifico es el pegamento que hace que una protesta civil aglutine y cohesione a todas las voces en un solo clamor.

Queda entonces esperar que el protagonismo sea de cada venezolano y que la coherencia se apodere de la calle. La protesta sin estrategia es como un berrinche rebelde: se extingue tan rápido como inició. Nunca he estado en contra de salir a la calle a defender el ideal de un país con instituciones firmes, con democracia sólida y libertades civiles, pero hacerlo sin un plan es caer en el juego del gato y el ratón, juego que los gobiernos saben jugar muy bien. 

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