30/5/12

¿Cómo se sobrevive al fin de una relación?

Pues para los que no lo saben aún (porque resulta ser que soy mucho más reservado sobre esos temas de lo que la enorme mayoría de la gente cree), mi relación de más de 4 años y medio terminó. Esto, por supuesto, me dejó en un estado casi catatónico, ya que derrumbó la mayor parte de mis planes "a largo plazo", como esas ideas de mudarme a un apartamento juntos, casarnos algún día (así fuese de mentiritas, solo protocolarmente ante los amigos y familiares) y tener nuestras cosas juntos, como una repisa llena de muñecos y figuras, una cocina super para hacer postres luego de hacer un curso juntos, etc etc etc.

Y pues, más importante que todo: me quedé solo. Por primera vez en demasiado tiempo, perdí la seguridad de que había alguien ahí para mi.

Por supuesto, una relación de tanto tiempo no termina solo por que sí. Nos estaba yendo mal, las cosas habían cambiado entre los dos. Pero independientemente de eso, para mi las crisis ocurren en las relaciones, lo importante es tener la disposición de hallar soluciones. Yo la tuve, tarde pero la tuve. Sin embargo, no me dieron esa otra oportunidad para esforzarse y dar lo mejor de sí.

Y es así, las cosas cambias, la gente cambia. Tal vez ya no me amaban como antes. Tal vez solo querían estar con otros y no conmigo. Tal vez cualquier cosa, no importan los análisis más profundos, porque no resuelven nada.

Confieso que los primeros días, estuve en una depresión muy latente. Para quien me conoce, sabe que soy alguien que nunca demuestra la debilidad o el dolor a nadie, excepto a personas muy muy específicas: a mi pareja (que me había dejado) y a mis mejores amigos. Así que para el resto de la humanidad, yo estaba como si nada. Todo estaba bien, todos me notaban igual de alegre y echador de broma que siempre. Como me dice una amiga, soy un experto en las pokerfaces jaja.

Busqué ayuda. Muchas de las cosas que se me dijeron, que me dolieron como flechas envenenadas en medio del pecho, me sacudieron por dentro. Tuve que ir con alguien que me pudiese aconsejar desde afuera, desde lejos de mi y mis perspectivas. Y debo decir, es la mejor idea que he podido tener en demasiado tiempo!! ahora estoy de promotor de la terapia psicológica entre mis amigos que estén pasando un mal rato consigo mismos. Vayan al psicólogo, es absolutamente liberador.

Pero al punto de la entrada. ¿Cómo puedo sobrevivir al final de mi relación? la verdad es que no lo sé. No sé como lo he logrado la verdad. Al principio, creo que era la estúpida ilusión de que si me esforzaba lo suficiente, se darían cuenta de mi arrepentimiento y mis deseos de dar todo lo que no di antes, y que así volverían conmigo. Luego, creo que fue el paso de comenzar a hacer las paces conmigo, a aprender a valorarme y no sentirme tan incómodo en mi propia presencia, especialmente cuando estoy solo. Ahora, creo que es la certidumbre de saber que tengo que terminar de reparar mi mente y mi alma, y a comprender que mi felicidad no depende de otra persona, sino de mi mismo. Así, espero que al estar junto a alguien en el futuro, pueda compartir mi felicidad con ese alguien, y no condicionarla a su presencia o no.

¿Fácil? ja! no.

Ningún día ha sido fácil. Unos días han sido menos duros que otros. Unos días me logro sentir satisfecho porque no pensé en quien me hace sentir triste, o porque no recordé algo que me hiciera revivir un momento juntos. Otros días me siento hasta contento porque estoy completamente distraído y siento que la vida de verdad está siguiendo su curso. Y bueno, en estos últimos 3 días, me he distraído (y me han distraído) mucho más, lo que ha aumentado mi confianza y seguridad. Y hasta un poco de emoción :)

Creo que lo único que me reconforta es saber que todo pasa por una razón. Que no pasas por estas cosas sin que te quede nada, más bien, el aprendizaje sobre ti mismo y los demás te hará más fácil tener esa felicidad que tanto deseas. Y bueno, que uno cosecha lo que siembra. Yo sembré miedos, paranoias e inseguridades y coseché que la persona que más he amado en mi vida me dejara. Ahora trato de sembrar cosas positivas. Espero que otros también estén sembrando cosas positivas por su parte para que sea feliz en su futuro.


4/5/12

A veces me gusta acallar mi mente...

Tenía más de 6 años sin escribir prosa ni nada lírico. A ver que tal me va.



A veces me gusta acallar mi mente y solo escuchar a Caracas cuando camino por sus calles. Porque la veo directamente y de inmediato siento que me veo reflejado en ella. En sus bordes gruesos y ásperos, en sus límites indefinidos y absurdos. En su dicotomía estúpida pero ya cotidiana. En la belleza de sus formas, logro ver la misma de mi alma. Es la inevitabilidad de lo feo y de lo que es vergonzoso obligado a colindar eternamente con lo hermoso y lo que es sublime. Por eso me gusta acallar mi mente y solo escuchar, para sentir que la acera por la que transito no es más que un axón de mis propias vías expresas. La ciudad es toda avenidas neurálgicas repletas de enfermedades urbanas: del tráfico neurótico, de la paranoia delictiva. Montañas de basura se acumulan en varias intersecciones sinápticas, ahogando los pensamientos llanos y sencillos, convirtiéndolos en monstruosos y mezquinos. En ciudadanos no ciudadanos en su propia ciudad. A veces me gusta acallar mi mente y solo escuchar, porque así no me siento solo, me siento como una extensión minúscula de mi ciudad.




04/05/12