15/1/12

Mis visiones sobre la utopía

Para mí, el inicio del siglo 21 fue uno de confusión social en el que la mayoría de las sociedades se preguntaba implícitamente "¿era este el mundo que queríamos?".

Y es que durante los inicios de la modernidad, el futuro es observado como algo mejor, más brillante, dónde los ideales humanísticos se cumplían y los habitantes de todas las regiones del mundo serían felices. Con el inicio del estudio científico, los pensadores y filósofos estaban seguros de que el más grande fruto de la ciencia sería un mundo mejor.

La creencia utópica del Renacimiento quizá tomó más fuerza e impulso tras la independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa, principalmente esta última. En los años de la Ilustración, todas las ideas frescas de los filósofos de la época llegaron a las grandes masas, aumentando el sentimiento popular, ese de que "todos somos iguales" y "todos tenemos derecho a vivir en un mundo mejor, más digno y justo."

Esta inspiración, que ha sido nombrada "modernidad" a grosso modo, abarcó entonces todos los campos del saber humano; desde la filosofía hasta las ciencias exactas. Así, químicos, escritores, biólogos y humanistas; estaban todos completamente convencidos de que el estudio de la naturaleza, del hombre y sus relaciones, del universo y todo lo que lo compone, tendría como consecuencia que todos aquellos ideales de un mundo mejor y más feliz fueran ya no ideales, sino verdades. Realmente y, por más de tres siglos, la humanidad tuvo una fe casi ciega en la utopía científica.

Lo más interesante pienso yo, es ver como a finales del siglo 19 parecía realmente que el progresismo como fuente de inspiración, la razón y objetividad científica estaban creando un mundo de verdad mejor. En Europa, la revolución industrial había traído empleos; los avances en medicina permitieron controlar antiguos males y epidemias. Crecieron las ciudades, la educación se puso al alcance de la mayoría y en general, al calidad de vida de la mayoría mejoró en comparación a siglos anteriores.

Y así llegó el gran siglo 20, aquel siglo en el que la humanidad había vaciado todas sus esperanzas de un mejor futuro, aquel siglo con el que soñaban Wells, Verne y tantos otros...y dicha realidad mostró las grietas en las bases que, eventualmente, llevaron al derrumbe ievitable de los ideales utópicos.

Luego de dos cruentas guerras mundiales, una más salvaje que la otra, dos bombas atómicas, corrientes extremistas naciendo en todos los rincones del planeta, países y familias divididas por sangrientas guerras civiles en España y Corea, revoluciones de sangre, autoritarismo, comunismo, etcétera...todo en una cruel vorágine de menos de 60años. ¿Ese era el mundo que queríamos?

El hombre entró, de cierta manera, en un estado de confusión. La ciencia había extendido su vida, había hecho las distancias más cortas y le había dado empleo. Pero observaba como esos mismos avances llevaron a millones de vidas cegadas en guerras, como las dictaduras aprovechaban los medios de comunicación nuevos para oprimir ideológicamente y el colonialismo había hecho añicos aquella hipócrita convicción de que "todos somos iguales". Fue en el siglo 20 que el hombre se dio cuenta de que el mundo que creó no era un mundo mejor. ¿Resulta coincidencial que en esta época sea cuando surgen obras como Brave New World o 1984? 

La ciencia no iba a crear ese mundo ideal. Esa idea quedó desechada, junto a las ilusiones de los viejos revolucionarios y pensadores de la Ilustración. La utopía ha quedado atrás, pero la humanidad quiere aferrarse a la esperanza de que no todo está perdido.

Luego del terrible nihilismo y existencialismo del siglo 20, el hombre inicia este nuevo siglo ya no solo lamentándose de la utopía perdida. ¿Será que estamos en el inicio de otra era de pensamiento idealista? Creo que no. La tendencia a la multi-polarización y el foco en lo local antes de lo global, tal vez definan un nuevo estándar idealista, pero dudo que seamos tan tontos para volver a pensar que el sueño del mundo ideal es plausible. Quedará para mi recordar esto que escribo hoy dentro de 20 años y validar que tan en lo cierto estaba.

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