7/6/11

El rigor laboral en Japón...

Conozco mucha gente que dice que su sueño es venir a trabajar a Japón. Cosa que es completamente comprensible, sea por su admiración a Japón y todo lo japonés (es decir, por ser Otaku jajaja) o por el muy alto estándar de vida de este país. Lo que generalmente uno no repara es en la dificultad de mantener ese estándar.

Trabajar en Japón es, por múltiples razones, algo difícil. Para comenzar, al ser extranjeros, ya contamos con un handicap, una especie de estigma del cual es muy difícil deshacerse: el idioma. Como mencioné en la entrada anterior, muchos japoneses asumen por defecto que los extranjeros no son capaces de comunicarse en japonés. Sin embargo, luego de estar un año aquí (y de recibir algunas buenas clases en los cursos que tuve que tomar), debo decir que mi nivel de japonés aumento exponencialmente desde aquel que tenía cuando salí de Venezuela. Por supuesto, luego de más tiempo exponiéndose al idioma y evitando que te hablen en inglés, es bastante fácil conversar en japonés. Incluso ya he llegado al nivel en el que puedo ver un anime y comprender un 80% de los dialogos xD.

Sin embargo, a pesar del esfuerzo que uno le aplica a aprender el idioma, para los japoneses el problema de la comunicación con los extranjeros es muy grave. Según ellos, debido al "bajo nivel" de japonés de los extranjeros, el desempeño laboral va a ser mucho menor.

Por supuesto, esto es comprensible en muchas situaciones. Por ejemplo, si uno quiere trabajar en un lugar dónde se requiera atender al público, se debe manejar perfectamente el japonés "tenme", o muy cortés, dado que al cliente se le debe atender "como a un dios". Si bien no es demasiado complejo, es a veces difícil de acostumbrarse a hablar en ese lenguaje, principalmente porque con tus compañeros de trabajo hablarías en lenguaje llano, por lo que puedes confundirte de vez en cuando (al fin y al cabo, no es tu lengua materna y no es automático el desplazamiento entre los niveles de cortesía, tienes que pensarlo).

Si logramos superar ese estigma, luego viene por supuesto adaptarse al ritmo de trabajo. Por supuesto, Japón vivió un milagro económico pero no porque descubrieron petróleo, ni porque tenían minerales que explotar o una agricultura con grandes superávit que permitiese la exportación.... Japón se reconstruyó luego de la Segunda Guerra Mundial porque los japoneses trabajan hasta morir. Aquí el trabajo se coloca por encima, la mayoría de las veces, de cualquier otra cosa, incluyendo la familia o el bienestar.

Evidentemente es muy conocida la alta tasa de suicidios que se experimenta en Japón, y no dudo en relacionarla con el rigor del trabajo aquí. Las personas se sienten continuamente presionadas pero no por algún jefe, sino por si mismos. Evidentemente, los jefes en Japón pueden ser duros y exigentes, pero nunca tan exigentes como los mismos trabajadores sobre si mismos.

Es por ello que ante la falla, la mayoría de los japoneses suele deprimirse. Y dependiendo de que tan grave sea, pues pueden querer suicidarse. Es una cuestión cultural: hay que trabajar duro, todo el tiempo, y fallar no es una opción pues es una deshonra.

Hay otro fenómeno interesante que se da aquí y, según tengo entendido, sólo aquí. Se llama "Hikikomori". Para mi, los que sufren de hikikomori son aquellas personas que se hayan deprimidas también, al extremo, pero que no tienen tendencias suicidas. El hikikomori consiste en jóvenes (la mayoría varones) que se encierran en sus cuartos (o cualquier otro espacio que pueda cerrarse en la casa) y no salen de allí por muy largos períodos de tiempo. No permiten que nadie los vea, que nadie los toque. Generalmente, la mamá se hace cargo de ellos, llevándoles comida y otras cosas que ellos hayan pedido. Sin embargo, ni a ellas les permiten entrar a sus cuartos. Por supuesto, no se bañan... imagínense el olor...

Vi un programa sobre ese fenómeno hace un tiempo y me pareció increíble como la gente "siente" que son un "fracaso social" y prefiere encerrarse y desconectarse de todo y todos. Y lo más difícil es por supuesto el prejuicio social que dicha condición carga; según el programa las familias no buscan ayuda por vergüenza de que los vecinos se enteren.

En cuanto a las vacaciones, hacen bien al asumir que son cortas. MUY cortas. Como aquí no se celebra la navidad, evidentemente no hay razón para dejar de asistir al trabajo o a clases antes del 24 de diciembre. Así que mucha gente tiene clases hasta el 29 o el 30, y más de uno tiene que trabajar hasta el 31 de diciembre. El fin de año se celebra en los primero 3 días del año, así que frecuentemente sólo esos días son libres. Los estudiantes puede que tengan un par de días más, pero la diferencia no es mucha.

En primavera, el único descanso es la golden week. Y es de notar que aunque se llame "week" no toda la semana es libre. En las escuelas si dan toda la semana libre a los niños, pero en el trabajo, sólo tres o cuatro días de la semana son libres. Es como Semana Santa, que alguna gente sólo libra el jueves y el viernes.

En verano, hay una semana de vacaciones a mitad de agosto. Ya luego hay que regresar al trabajo.

En otoño no hay vacaciones. Lo más cercano a un tiempo libre son dos días libres que la gente llama "silver week" a veces, a principios de Septiembre.

De resto, salvo algunos feriados nacionales esparcidos en el calendario (más que nada en invierno y primavera) todos los días hay que trabajar duuuuro.

Así que bien, Japón no es un juego de niños en cuanto al trabajo. Cualquiera que de verdad tenga las intenciones de venir a trabajar, debe saber que el ritmo de trabajo es mil veces más exigente y más acelerado que en Venezuela (y asumo que en todo Occidente, pues los europeos y norteamericanos que conozco también se quejan jeje). Hay que estar preparado para trabajar largas jornadas, con descansos muy cortos y con un sólo día de descanso (olviden los sábados libres). Si están listos para ese nivel de exigencia, pues apresurense a aprender japonés (1kyuu del JPLT es el nivel generalmente exigido para conseguir empleo) y a conseguir esa visa de trabajo!.

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