Quizás yo no sea tu camino
pero, aunque sea me gustaría
empujarme voluntariamente a tu suelo.
Sé muy bien que hoy es tu día en el infierno,
pero la última vez que reflexoné sobre eso
tú aún alumbrabas este cielo eterno.
Así que puedes descubrir tus ojos,
hasta donde yo puedo ver
tú estás cerca del cenit de mi orbe.
Y el rojo de las rosas sigue siendo fuego...
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